Análisis Comparativo de una revista femenina y otra masculina
Gonzalo Martín, 2009 - @Gadabarthes, 2013
Hemos seleccionado como ejemplo de revista masculina Men’s Health y como ejemplo de revista femenina Clara. Ambas dejan bien patente, ya desde la portada, los modelos de hombre y de mujer que representan los valores culturales de esta nueva forma de vida que desde ambas se postula. Todos los contenidos están orientados a la consecución de una imagen corporal, cuyo arquetipo se plasma en las fotos de portada, y de un universo mental, un entorno material y unos niveles de satisfacción definidos a través de los titulares que, con sagaz concisión, bosquejan el escenario ideal sobre el que se desenvuelven ambos roles. Ese arquetipo atrapa, como dice Jung, a quienes lo han asumido, reprogramando sus acciones de modo semejante a como ocurre en un amor a primera vista, que anula la objetividad de quien cree haber encontrado ese ser idealizado y ante él depone su voluntad en un afán incontrolado de poseerlo. En Men’s Health (el título es toda una declaración de intenciones, a la vez que constituye un ejemplo de extranjerismo con intención de prestigiar el concepto) aparece un hombre de torso musculoso, con unos hombros, bíceps y abdominales bien marcados, perfectamente depilado y afeitado, sonrisa y dientes impecables, pelo robusto, algo revuelto y de color bien definido, vigoroso y en actitud distendida, lúdica y seductora. En Clara tenemos a una mujer de belleza luminosa, con un pelo castaño, largo, lacio y suelto, muy sonriente, lo cual queda realzado por sus dientes impolutos y perfectamente alineados, unos labios finos pero muy discretamente destacados mediante un carmín rosado, no demasiado brillante. Tiene unos ojos alargados, tenue y primorosamente enmarcados por un sombreado oscuro, y unas cejas finísimas y bien delineadas. Se acaricia la barbilla, más que apoyarse en ella, con el dorso de las manos, transmitiendo la sensación de tersura e hidratación de la que toda su piel evidentemente goza. Ese rostro ocupa todo el espacio y no podemos ver el busto ni otros rasgos corporales, pero se adivinan igualmente proporcionados y cuidados. Los titulares de Men’s Health invitan a recuperar la forma (como si alguna vez se hubiese tenido una forma así), sin esfuerzo y en un breve espacio de tiempo, y prometen fuerza y flexibilidad con un solo movimiento (es decir, no es necesario realizar series complejas de ejercicios, uno sólo basta). La dieta perfecta consiste en combinar para ganar, con lo que se logra introducir el aliciente de la variedad y, además, se ganará (da igual si se gana en salud o se gana en los negocios o en el amor), pues lo que importa a este tipo de hombres es el éxito y la palabra ganar ejerce ya un efecto talismán. A la vez que se instruye en esta dieta sana y profícua, otro titular lanza un mensaje al intelecto del varón al revelarle las mentiras de la publicidad en torno a la alimentación (“Alimentación 20 mentiras de los anuncios de la TV”), lo cual da a entender que el resto de productos que se promocionan en la revista sí que responden a lo ofertado, a la vez que muestra un reconocimiento de la capacidad crítica del lector. El capítulo dedicado a salud y alimentación se cierra con el asesoramiento para contratar un seguro médico a medida. Dos titulares responden a técnicas de seducción y brega amorosa: “Bájale la guardia” y “Lo que ella quiere en la cama (y no te dice)”. El titular referido a la moda utiliza el mismo gancho, la seducción: “Moda. El estilo que las impresiona”. Está claro que todo este cuidado por la imagen, esta fortaleza, esta salud a raudales no puede llevar a otro resultado que el éxito con las mujeres. Finalmente se aborda en titulares la cuestión de los negocios, en este caso aconsejando prudencia en las reuniones. Se trata de algo tan simple como callar para no meter la pata: “8 cosas que no debes decir en una reunión”. Evidentemente, esta persona que asiste a ese tipo de reuniones es un hombre de negocios, un ejecutivo o un profesional, que encarna todos estos ideales apostillados en los titulares, y cabe imaginar que su figura es, puede, o debería ser la del perfecto hombre sano.
Los titulares de Clara se abren con un sintagma que resume los dos temas estrella: “Delgada y más joven”. Resulta que lo que va a revelar es una dieta en función de la edad (“La dieta que necesitas según tu edad”). También destacado, encontramos en la portada el siguiente mensaje: “Vientre plano sin esfuerzo. Los remedios naturales que «deshinchan»”: La delgadez no es suficiente; el vientre plano es indispensable porque es la máxima expresión de esa delgadez y salud que conducen a la figura perfecta. En este titular se insinúa lo que el correspondiente artículo intenta dar por sentado, que el vientre abultado es cuestión de algo relacionado con gases y esto se resuelve con una dieta adecuada. Un tercer titular (de entre los cinco que trae la portada) vuelve a incidir en la relación dieta-salud, en este caso por el poder curativo de determinados alimentos. Un cuarto titular se refiere a la moda, y trata de las rebajas como oportunidad para renovar el vestuario (la variedad y novedad en el vestir es esencial para la figura de la mujer). Finalmente, destaca un último titular en gran tamaño, que alude a la capacidad y suficiencia financiera de la mujer de hoy, ofreciéndole asesoramiento para superar la crisis.
Por la distribución de los artículos y la disposición de las ilustraciones intercaladas de mensajes publicitarios, podríamos definir el diseño de ambas revistas como en mosaico. Esta disposición temática hace difícil un acceso secuencial y organizado, tratándose más bien de un material para ser hojeado y ojeado, lo que permite una prolijidad de encabezamientos oportunamente semantizados, y predispone a una lectura superficial que impide el análisis crítico y facilita la asimilación de mensajes icónicos y de eslóganes y frases sentenciosas. En Men’s Health predominan los temas relacionados con el fitness reforzados por la intercalación de artículos centrados en la dieta. En segundo lugar destaca el tratamiento del sexo, tanto referido a los trucos para lograr el éxito en todos los frentes, como a cuidados y precauciones (alteraciones que pueden ocasionar los calentadores de asiento en los coches, por ejemplo). Siguen temas de moda y cuidado corporal, orientaciones de naturaleza culinaria y finalmente, se ofrecen algunos consejos sobre comportamiento en escenarios profesionales.
En Clara predominan temas de nutrición, belleza y moda, cocina y cuidado y relación con los hijos. Se completa con un apartado cultural y de ocio que incluye entrevistas, reseñas de libros, crítica cinematográfica, música, exposiciones y viajes.
La predominancia de temas relacionados con el fitness y el cuidado corporal en el caso masculino y con la dieta y la belleza en el caso femenino, está relacionada con sus respectivos estereotipos, para cuya consecución existen infinidad de productos y servicios que forman parte del soporte financiero de estas publicaciones, al insertar abundante publicidad, cerrándose el círculo del interés económico y la sugestión y orientación de las conductas.
Para analizar la visión de la salud en ambas revistas vamos a utilizar como referencia la tabla comparativa elaborada por Díaz Rojo:
Salud masculina
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Salud femenina
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Constitución musculosa, fibrosa y atlética
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Buen tipo, con esbelta figura y perfecta silueta
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Sin grasa abdominal (con tableta de chocolate)
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Sin celulitis ni hinchazón del vientre (vientre plano)
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Con piel tersa y afeitado perfecto
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Cutis hidratado, tonificado, sin manchas ni arrugas
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Con o sin pelo (rubio u oscuro, aunque se admiten “sienes
plateadas”)
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Con peinados modernos, en cualquier color
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Sereno, tranquilo y equilibrado
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Sabe fortalecer su voluntad y su autocontrol emocional
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Físicamente atractivo, erótico
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Guapa, ligeramente sexy
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Divertido y con sentido del humor
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Cariñosa y dulce
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Correctamente alimentado, sin las privaciones de las
dietas restrictivas
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Buena conocedora, compradora y cocinera de los alimentos
sanos y naturales
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Sin enfermedades
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Buena conocedora de las enfermedades comunes, conoce sus
órganos genitales, sabe cuidarlos y acude al ginecólogo para revisiones
periódicas
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Perfecto amante
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Esposa, madre o futura mamá, siempre responsable
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Excelente deportista de riesgo
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Excelente cultivadora de aerobic
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Elegantemente vestido
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Bien vestida y maquillada
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Exquisitamente perfumado con colonias “salvajes”
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Exquisitamente perfumada con colonias “delicadas”
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Feliz (por sus éxitos públicos)
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Feliz (por su buen hacer en la casa)
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Sin problemas económicos ni agobios laborales, familiares
o domésticos
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Ama de casa (y trabajadora fuera del hogar)
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Independiente y sin ataduras familiares
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Disfruta de su familia y de sus amigos
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Sabe cuidar el coche y el ordenador
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Sabe cuidar las plantas, los animales domésticos y los
aparatos del hogar
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Preocupado por el medio ambiente
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Preocupada por la higiene del hogar
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El concepto de salud masculina es una invitación a la posesión de un cuerpo musculoso y cuidado, y una actitud competitiva en todos los ámbitos. Es un concepto de salud que raya en la patología conocida como vigorexia. En el caso de la mujer, la salud es delgadez, fineza e hidratación de cutis, y luminosidad general, que se traduce en una personalidad sensible e inteligente. Este concepto de salud raya, en lo físico, con la patología conocida como anorexia. En realidad podríamos estar hablando de un concepto de salud que es la antítesis del significado “real” de la palabra. Estamos pues ante un llamativo caso de perversión terminológica. Se trata de una noción de salud mercantilizada que ha experimentado un proceso de conversión en necesidad idéntico al que con anterioridad ha afectado a otras necesidades vitales, asimiladas, por exigencias del orden económico, en forma de pulsión consumista que lleva a una percepción manipulada del medio y de la propia identidad psicosocial.
En cuanto a la visión de la sexualidad, no puede haber mayor contraste entre uno y otro medio. En el caso masculino, se muestra una sexualidad activa, supuestamente potenciada por el ejercicio y los cuidados corporales, y perfectamente instruida tanto en los mecanismos de seducción como en las prácticas para lograr la satisfacción de ellas y, en definitiva, para lograr un rendimiento óptimo en la experimentación del placer propio y ajeno. De ahí que junto a los consejos para lograr la musculatura y la salud referenciales, se entreveren trucos y revelaciones acerca de las fantasías y deseos de ellas. La errónea creencia de que el miembro viril es un músculo es útil para trazar un puente metafórico entre la fuerza muscular y la potencia sexual: “el sexo es sucio y atlético y merece todo el riesgo”, dice una de las mujeres prototipo analizadas. La mujer es descrita en términos sexuales en función de su rol social, hasta tal punto que se juega con los nombres ficticios que se les asignan para establecer una paralelismo entre su estado civil y su actitud sexual: Así, la soltera recibe el seudónimo de Elena Conejo, la casada Dolores Pareja y la “salvaje” María Zorrilla. Pero para referirse al trasfondo psicológico de todas ellas, siempre se sobreentiende una tendencia a la perversión: “Lee su sucia mente”, es el titular del artículo sobre secretillos. En Men’s Health las mujeres son unas guarrillas en potencia (suponiendo que el artículo exprese la línea general de la revista) y los hombres son osados y agresivos, aunque saben dejarse llevar en la cama, para que sean ellas las que tomen la iniciativa: “El sexo no trata de poder. Llega un punto con el buen sexo, con cualquier persona, que es difícil saber quén lleva riendas”.
No puede haber mayor contraste entre la visión de la actitud sexual de la mujer en esta revista, destinada a los hombres, que la que se ofrece en Clara, dirigida a las mujeres. La sexualidad en este tipo de mujer es más convencional, limitándose a cultivar el lado sexi, para ganar la atracción de los hombres. Pero si en algo se supera la imagen tradicional es en el conocimiento de si misma, tanto en lo relativo a sus órganos, higiene, precauciones, etc., como en la forma de obtener y dar placer. Esta mujer es comedida pero no retraída. En Clara no se revelan otros secretos acerca de ellos, porque se presupone que, pese a poder asumir un papel activo en la actividad sexual, es el hombre la figura activa por excelencia, con lo que la máxima preocupación de la mujer es cultivar su belleza y habilidades.
Así pues, el erotismo, entendido como seducción, ardor y capacidad sexual está asociado a la figura del hombre, en tanto que la figura de la mujer difiere en su consideración en la revista masculina, donde aparece como una auténtica depredadora, de la revista femenina, donde es un ser delicado, bello, cautivador y perfectamente preparado para la maternidad y la constitución de una familia.
Vemos, en conclusión, que tanto la publicidad como el desarrollo temático de las revistas fomentan una visión del hombre y de la mujer obsesionados con la salud y con la apariencia física. Ambos roles son en realidad un refuerzo de los roles tradicionales, si bien se han introducido unas variantes destinadas a otorgar al hombre una sensibilidad que antes le era negada, aunque esta no ha de afectar a su virilidad ni a su amor al riesgo; en tanto que la mujer sigue siendo delicada y bella, pero su inteligencia y su independencia han logrado ser reconocidos y constituyen, por una parte, una nueva vena temática a abordar en sucesivas entregas, y por otra parte, una vía para hacer llegar el mensaje publicitario mediante técnicas más sofisticadas que regalan el intelecto en lugar de constreñir el personaje de la mujer en sus antiguas y trasnochadas limitaciones. La estilización de estos roles es una estrategia que abre todo un mundo de posibilidades para comerciar con una necesidades inducidas.