La engañosa necesidad del nasciturus.

El uso del término "nasciturus" (el que va a nacer) por las organizaciones antiabortistas no es casual: impedir que "el que va a nacer" nazca encarna un contrasentido y remite, por tanto, a una violencia consubstancial, que no es sino un uso expropiativo del participio de futuro latino. El término, como tantos otros, tiene trampa. La conclusión va en la premisa (petitio principii). Es una falacia típica en la que cuesta creer que los promotores del uso de este vocablo hayan incurrido inconscientemente. El "embrión" no es algo "que va a nacer", su etimología hace referencia a algo "que brota dentro" (la palabra griega ἔμβρυον de la que deriva, está compuesta de ἐν (en), "dentro" y el verbo βρύω (brio), "yo broto", "yo retoño", o sea "el que brota dentro"). No hay, desde esta óptica, violencia conceptual que impregne cualquier decisión sobre su flexión de futuro ni hay, por tanto, imperativo moral. Aquello que brota dentro de una mujer es asunto que compete a esa mujer y no a quien desprecia la vida con toda su carga de necesidad.
Y es que la forma de decir las cosas condiciona la forma de entender los hechos a los que alude.

Tratamiento mediático del cambio climático desde el negacionismo

Resumen de una recopilación sobre el debate medioambiental realizada en 2009. Por @Gadabarthes

 

INTRODUCCIÓN


El cambio climático es sin duda el problema medioambiental más mediático del momento; no el único, pero sí el que más ríos de tinta está haciendo correr. Hace unos años, el problema estrella era el agujero de la capa de ozono, pero este ha sido eclipsado por la virulencia con que el cambio climático ha desembocado en la pugna política. El agujero de ozono atentaba contra algunos intereses económicos, pero tal vez estos intereses eran fácilmente resarcibles mediante algunos cambios en la composición de los productos más dañinos y nuevas estrategias de mercado, y ello evitó un bombardeo mediático y todo quedó en la aceptación responsable, por parte de los consumidores, de los consejos difundidos al efecto y en la eliminación de los componentes CFC de determinados productos. Es curioso que una relación causa efecto tan difícil de entender, por la desproporcionalidad, fuese no obstante asumida sin excesivas controversias.
Otro cantar es lo que está ocurriendo con el cambio climático. El cambio climático no es sino el más llamativo de los efectos de la degradación del medio ambiente por causa antropogénica. Los efectos devastadores que la naturaleza desbocada puede ocasionar impresionan a cualquiera, esté o no convencido de la causalidad del actual modelo económico y productivo. Pero en esta ocasión los intereses afectados son de tamaña envergadura y gozan de tanta ascendencia ante el poder político, que están dispuestos a librar una dura batalla, encaminada a desviar la atención sobre la etiología del fenómeno medioambiental, intentando hacer ver que es uno más de los ciclos naturales inescrutables y no el resultado de un creciente y altamente pernicioso uso de la atmósfera y de los mares como inagotable sumidero de emisiones y residuos.
Ante un asunto tan excepcional había que tomar partido. La mayor parte de los medios de comunicación comenzaron a mostrar públicamente sus posiciones. Aunque con dudas al principio, posteriormente la mayoría estuvieron del lado de los informes científicos publicados por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) bajo el que se aúnan los esfuerzos interdisciplinares de los científicos más importantes del planeta. Pero a las petroleras y neoconservadores americanos no les convenía que la opinión pública tomara conciencia de un asunto tan grave y menos aún, que les culparan a ellos del problema. ExxonMobil creó entonces, con generosos fondos, una red de “expertos” cuyo objetivo final era confundir a la opinión pública sobre el calentamiento global y sus consecuencias. Como herramienta usarían toda una red de “think tanks”, blogs en Internet, periódicos y “periodistas” que debían trasladar a la sociedad, dudas sobre el cambio climático provocado por el hombre. Como estrategia, pensaron que tenían que utilizar la misma que consiguió que "el pueblo norteamericano" (es una metonimia frecuente para referirse a los Estados Unidos) acabara convencido de la necesidad de realizar una guerra frente a un enemigo que no lo era tan sólo unos meses antes (caso de las dos guerras del Golfo, iniciadas por George Bush padre e hijo).
En el artículo “Mecanismos básicos de la propaganda de guerra en los medios informativos. El ejemplo de Kosovo” María José García Orta del Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación de la Universidad de Sevilla, se ofrecen algunas pautas que siguen los medios de comunicación de masas a la hora de “vender” una guerra. Estos mecanismos de propaganda han sido heredados para otros cometidos y es la metodología utilizada ahora por los negacionistas del cambio climático. Según la clasificación realizada por Merril y otros autores en la obra “Medios de comunicación social. Teoría y práctica en Estados Unidos y en el mundo” existen cuatro mecanismos para conseguir que triunfe este tipo de propaganda. En otros países el negacionismo climático se ha asociado a los medios más sensacionalistas y neoconservadores como el Dailymail en el Reino Unido, De Standard en Bélgica o Daily Tech en EEUU. En el caso español, Libertad Digital ha sido el medio que más ha difundido las informaciones negacionistas. En torno a él, el Instituto Juan de Mariana, cuyo vicepresidente Daniel Rodríguez Herrera ha sido el creador de la web redliberal.com y liberalismo.org. En la primera de ellas, ha sido donde un conjunto de bloggers han ido colgando sus “informaciones” sobre el calentamiento global. También han colaborado en esta causa, algún informativo de Telemadrid y noticias en el diario Expansión, y personajes como Esperanza Aguirre y José María Aznar. Veamos los cuatro mecanismos esenciales de propaganda en relación al cambio climático, en todos los cuales los ardides lingüísticos, como la metáfora, la metonimia, los tecnicismos, los extranjerismos, etc., son de uso frecuente y útil para conferir elocuencia al mensaje.

La simplificación de la información: el enemigo único y la personalización del adversario


La información en tiempos de guerra utiliza la simplificación como principal recurso propagandístico, lo que se traduce en la personificación del conflicto y en la dicotomización exagerada de la información procedente de los distintos bandos. La información se reduce al mínimo, por ejemplo, en un eslogan o en un símbolo, prescindiendo de cualquier argumentación racional. A continuación mostramos tres ejemplos de tres personas que han sufrido ataques, junto con sus trabajos, en diferentes espacios de tiempo (aludir durante demasiado tiempo a la misma persona lleva al cansancio del lector y es mejor mostrar diferentes caras):
En el caso del cambio climático, un ejemplo de simplificación y búsqueda de un enemigo único fue el conocido “Palo de Hockey” y su autor Michael Mann. Se trata de un gráfico, una curva similiar al palo de hockey, que viene a representar que el calentamiento observado durante el siglo XX es anómalo si lo comparamos con los siglos anteriores y sólo se puede explicar por el aumento de los gases invernadero en la atmósfera como consecuencia de la quema de combustibles fósiles por parte del ser humano. Un artículo firmado por Ruben Osuna en Libertad Digital en febrero de 2005 y que fue ampliamente difundido a través de blogs de corte neoliberal titulado “El palo de Kyoto” (las similitudes fónicas entre hockey y Kyoto, ayudan a un juego que intenta mostrar los acuerdos internacionales como si se tratara de una simple entente entre naciones doblegadas ante el "lobby ecologista") pretendía simplificar todas las evidencias y la ciencia que hay detrás del cambio climático, contraponiendo una curva que mostraba cómo había evolucionado la temperatura del planeta en los últimos 1.000 años. A pesar de que el cambio climático antropogénico se basa en la física de la atmósfera y en la intensificación del efecto invernadero natural, el autor no hacia ninguna mención a ello en su escrito, pero se atrevía a concluir: “El célebre calentamiento de la Tierra no es más que un cuento(Al referirse al calentamiento con el calificativo de célebre lo que se está intentando es imputarle un carácter propagandístico, cosa que es reafirmada al califacarlo de cuento. Una metáfora relativa al género narrativo sirve para desvirtuar la naturaleza científica de los informes). Por otra parte, había más estudios que corroboraban aquella gráfica. Al menos otras 12 reconstrucciones de la temperatura media del Hemisferio Norte basados en datos proxie (Es un tecnicismo -pero aquí no se utiliza con fines discursivos sino que es usado en su contexto propio- que alude a datos recogidos de anillos de los árboles, burbujas de aire encerradas en hielo o sedimentos) daban básicamente el mismo resultado. El artículo de Ruben Osuna se basaba en un estudio realizado por McIntyre y McKitrick (uno trabaja en la industria minera y el otro es economista) cuyo estudio fue rechazado en la revista Nature por deficiencias en la argumentación científica y fallar en la verificación estadística. Posteriormente, un nuevo artículo en Journal of Climate desacreditaba el trabajo de McIntyre y McKitrick. A pesar de todo esto, un nuevo articulista de Libertad Digital, Manuel Llamas insistía en que el trabajo de Mann había sido desacreditado, diciendo sin reparos: “McIntyre es conocido mundialmente por haber desmontado la polémica teoría del palo de Hockey”
Pese a todo, los científicos siguen trabajando y a pesar del silencio de todos los negacionistas, Michael Mann ha publicado una nueva reconstrucción de la temperatura media de siglos pasados, mejorando la anterior debido al trabajo de muchas personas que han conseguido muchos más datos proxie con los que alimentar el modelo matemático que produce la gráfica. El artículo fue publicado en el PNAS (Proceedings of the National Academy of Science of the United States of America).

El documental de Al GoreUna verdad incómoda”, ha contribuido decisivamente a la difusión del problema del cambio climático antropogénico. Desde los sectores más extremos del neoconservadurismo americano se ha atacado duramente a Al Gore mediante “falacia ad hóminen” (descalificar personalmente a un adversario, en lugar de refutar sus afirmaciones) y también se ha cuestionado la ciencia, los datos y las predicciones que muestra en su documental, basados en los informes del IPCC. Por supuesto tampoco han faltado los ataques personales desde los blogs neoliberales españoles o desde el periódico digital de Jiménez Losantos: “¿Es Al Gore un miserable?” Blog desdeelexilio.com.
Los ataques se producen principalmente durante el año 2007 y se usa desde el presunto enriquecimiento de Al Gore por sus conferencias (como si no fuera rico de antemano), el consumo de su avión privado en emisiones de CO2 o el consumo eléctrico de su casa. No tienen en cuenta que su trabajo fue apoyado por la comunidad científica y recibió junto al IPCC el premio Nobel de la Paz. Entonces se intentó tergiversar las conclusiones del documental, pricipalmente echando mano de una sentencia de un juez británico: “Un juez británico dice que el film de Al Gore es tendencioso” Libertad Digital (Esta metonimia es reforzada con la ocultación de información relevante al respecto). El hecho consistió en que un padre había denunciado el uso del film de Al Gore en las escuelas británicas. Luego se descubrió que el denunciante tenía poderosos respaldos de magnates mineros.

James Hansen es el director del Instituto Goddard de la NASA y es uno de los científicos que más ha avisado a los políticos en EEUU sobre la necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. En los medios negacionistas al igual que a Al Gore se le tilda de “gurú” del cambio climático y ha recibido multitud de ataques personales: “El tipo permanentemente cabreado de la foto es el apóstol máximo del calentamiento global del planeta. Es James Hansen, el perturbado que comenzó todo.” Blog Valdeperrilos.com (Apóstol es una metáfora religiosa que intenta convertir los informes científicos en panfletos sectarios. Además, el recurso de llamar perturbado al autor –que personifica a la voz de la ciencia en este asunto- es una metonimia que pretende calificar de locura a todo este trabajo científico. En el mismo sentido obra el calificativo “tipo permanentemente cabreado” que pretende trasladar ese estado emocional a todo el colectivo científico, ecologista y político preocupado por el tema y sembrar dudas sobre su rigor por efecto del estado de ánimo). Pero James Hansen no fue el primero en alertar sobre el calentamiento global. Desde tanto tiempo atrás como el año 1975 se viene avistando el problema. El investigador estadounidense Wallace S. Broecker publicó un artículo en la revista científica Science titulado «Cambio climático: ¿Estamos al borde de un calentamiento global pronunciado?». Era la primera mención en una publicación científica del término «calentamiento global». Incluso antes, un climatólogo americano llamado Charles David Keeling en la década de los 50 detectó altos niveles de CO2 en la atmósfera y planteó la vinculación entre el creciente consumo de combustibles fósiles y el aumento del contenido de dióxido de carbono en la atmósfera.

Exageración y desfiguración de los contenidos


Este mecanismo implica ofrecer únicamente los contenidos favorables al emisor, enfatizándolos al máximo (hipérbole), recurriendo incluso a la mentira (ya sea a través de la omisión y silencio de hechos noticiables o mediante la creación de sucesos o hechos que no existen). Por el contrario, el propagandista se limita a guardar silencio en aquellos puntos en los que está débil. Se trata de un procedimiento casi universal: “Los gurús (Kerry Emanuel) del cambio climático rectifican: no hay relación entre huracanes y calentamiento” Manuel Llamas en Libertad Digital, con noticia procedente del Blog desdeelexilio.com. Se muestra una foto de Al Gore, para intentar demostrar que un científico rebate la tesis ofrecida por él, de que un mayor calentamiento llevará a fenómenos meteorológicos extremos. Sin embargo, en una entrevista, Kerry Emanuel indicaba que sí existe esa relación y que en el futuro esa relación tenderá a disminuir la frecuencia de huracanes, pero incrementará la intensidad de los mismos. La página web del Instituto Tecnológico de Massachussets también recogía este resultado. En relación con los huracanes, no es sorprendente que los medios negacionistas hayan guardado silencio ante el comunicado del Centro Nacional de Huracanes de Miami al finalizar la temporada de huracanes del 2008 porque en él se anunciaban los siguientes hechos: “La temporada de huracanes establece récords”. En 2008 la temporada ha sido una de las más activas desde que se comenzaron a registrar hace 64 años. Las razones:
-La señal multidecadal, que ha incrementado la actividad desde 1995.
-El fenómeno de La Niña que reduce, la cizalladura vertical del aire y permite el crecimiento de las tormentas.
-La temperatura superficial del mar más cálida en el Atlántico, en promedio un grado más alta de lo normal.
Por si fuera poco y para no citar a un único científico que habla de huracanes y calentamiento global, el científico Hartmut Aumann del Jet Propulsión Laboratory de la NASA ha publicado un estudio en Geophysical Research Letters que relaciona las tormentas severas en los trópicos con el calentamiento global y que confirma los resultados de otro estudio realizado en 2005 por Frank Wentz et al. Todo un ejemplo de exageración: “Escándalo: los datos de temperatura para Octubre del GISS falsificados!” Blog desdeelexilio.com. Se llegó a decir que el Instituto Goddard de la Nasa (GISS) había enviado una nota de prensa con estos resultados y que había habido muchos titulares informando “del octubre más cálido de la historia”. Todo era falso ya que GISS envía solo una nota de prensa con el análisis de temperaturas al final de cada año. Libertad Digital “informaba” con el siguiente titular: “La NASA falsea la temperatura de Rusia al anunciar el octubre más cálido de la historia”. En realidad, la NASA no “falseó” sino que cometió un error no intencionado que fue corregido. Pero estas exageraciones, falsedades combinadas con el sobredimensionado del error, son interesantes para los negacionistas para hacer ruido y conseguir que se piense que el globo no se ha estado calentando, que el hielo marino no se ha derretido, que los glaciares no han retrocedido y que realmente, el CO2 no es un gas invernadero: “Pues se acabó el 2008 y no ha sido el año tórrido que nos prometieron.” Blog desdeelexilio.com. El Met-Office Hadley Centre del Reino Unido dio en diciembre de 2007 su previsión para el 2008 y esto es lo que decían: “2008 is set to be cooler globally than recent years say Met Office and University of East Anglia climate scientists, but is still forecast to be one of the top-ten warmest years.”. Y James Hansen, afirmaba en la página web del GISS: "It is unlikely that 2008 will be a year with truly exceptional global mean temperature,"
Los negacionistas también echan mano de falsas apelaciones al “sentido común”, intentando enmascarar más la trampa, pero al final tergiversando los datos y no buscando actualizaciones científicas: “De hecho, el propio informe del IPCC, que pasa por ser la doctrina oficial sobre el tema, reconoce que la mayor parte de la Antártida -que supone el 85% de la superficie de hielo del planeta- no se está calentando” Blog Archipiélago Duda (Nuevamente tenemos los informes científicos convertidos en religión). Toda esta argumentación, mostrada como de “sentido común”, de que no subirá el nivel del mar queda invalidada porque parte de una hipótesis falsa. Aunque los negacionistas climáticos centran sus críticas en el IPCC (que publica sus informes cada cinco o seis años), la actividad científica va mucho más allá de él. La ciencia sigue avanzando y hace unos meses un nuevo estudio publicado en la revista Nature Geoscience elaborado por el Climate Research Unit de la Universidad de East Anglia ha detectado calentamiento en la Antártida y éste está atribuido al hombre. Por tanto, si la Antártida se derrite, veremos un aumento considerable del nivel del mar en próximas décadas.

Tratamiento desequilibrado de las fuentes.

 

El control y la selección de la información son dos de las tareas básicas utilizadas por el propagandista, sobre todo en tiempos de guerra: “La comunidad científica no se ha puesto de acuerdo ni en el origen ni en el alcance del cambio climático que Al Gore y compañía anuncian auxiliados por la trompetería mediática habitual.” Editorial de Libertad Digital (La trompetería mediática es una metáfora alusiva a los medios de comunicación a los que se intenta restar seriedad y rigor). Esta frase resume la política informativa de los negacionistas del cambio climático antropogénico, aunque en primer lugar hay que tener algo en consideración. Este periódico digital cuestionaba la existencia misma del cambio climático. Ahora, como las evidencias son claras, no niega que haya habido un calentamiento del planeta; aunque pone la duda en el origen y en las consecuencias. Pero la mayoría de los científicos están de acuerdo, el calentamiento observado está relacionado con las emisiones de CO2 y las consecuencias serán muy graves para la biosfera si pasamos las 450 partes por millón de CO2 y superamos los dos grados de aumento en la temperatura media global desde la era preindustrial. Las fuentes informativas de los negacionistas son Think tanks o pseudocientíficos americanos, casi todos ellos financiados por la petrolera Exxon como climateaudit.com o wattsupwiththat.com y en ocasiones citan el blog de un geólogo español, conocido por sus posiciones escépticas, Antón Uriarte. Los negacionistas obvian toda la literatura científica sobre el cambio climático publicada en revistas científicas como Nature o Science, los centros de investigación del clima de todo el mundo como el Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF), el Hadley Centre de Inglaterra, el NOAA americano, el Centro Nacional de Huracanes de Miami, la Organización Meteorológica Mundial o la Agencia Estatal de Meteorología Española (AEMET), universidades y otros muchos centros de meteorología y climatología internacionales. Como son demasiados organismos a criticar, centran la diana únicamente en el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), al que tildan de “organismo político” (es una nueva metáfora que pretende, no ayudar a entender algo sino a desvirtuar su naturaleza), y dejando de lado que el organismo ha sufrido muchas presiones del gobierno de EEUU para que en sus comunicados redujeran sus previsiones alarmantes. Curiosamente, los negacionistas se quejan después de “censura” (esta metáfora pretende abundar en la sensación de que todo este análisis científico está orquestado como una forma de dirigismo político).
Una actuación muy típica de los negacionistas es el “cherry picking” (coger la excepción y convertirla en regla): “Los glaciares de Alaska crecen por primera vez en 250 años” Libertad Digital. Dicho de otra manera, los glaciares de Alaska han perdido masa durante 249 años y lo relevante es que tras ese descenso tan continuado, un verano muy frío y con abundantes precipitaciones de nieve, hacen crecer la masa de nieve en un año: “El hielo del Ártico crece un 9% respecto a 2007” Libertad Digital. Desde 1979, momento en que se comenzó a medir vía satélite la masa de hielo del Ártico, la masa de hielo que ha desaparecido a finales del verano alcanza un 40%. Una leve recuperación en 2008 respecto al mínimo de hielo medido en 2007, les sirve para obtener ese titular: "¿Y el calentamiento?: 2008 es el año más frío de la década” Libertad Digital. Libertad Digital no descubre nada con esta noticia publicada a finales del año 2008: “es probable que el 2008 se clasifique como el décimo año más cálido de los registros climáticos desde que éstos empezaran a efectuarse con instrumentos en 1850”. Y añadía: “En muchas partes del mundo se registraron fenómenos climáticos extremos, entre ellos inundaciones devastadoras, sequías graves y persistentes, tormentas de nieve, olas de calor y olas de frío.” La primera parte confirmaba las previsiones, pero de la segunda parte, los negacionistas no quieren ni oír hablar. Otro asunto interesante, fue el documental titulado “The Great Global Warming Swindle” rodado por Martin Durkin y emitido por Channel Tour en Inglaterra y por Telemadrid bajo el título “El gran timo del cambio climático”. El regulador británico OFCOM dictaminó que había tergiversado las evidencias científicas y manipulado las declaraciones de algunos científicos que aparecían en el documental. Esto lo aprovecha Libertad Digital para decir lo siguiente: “OFCOM ha abierto una investigación a la BBC por vetar las opiniones de los científicos opuestos a la tesis del IPCC.

La apelación a la emoción


Los textos informativos consiguen persuadir a través de un discurso emotivo que hace referencia a los sentimientos primarios. De esta forma, se busca el asentimiento o rechazo hacia un tema concreto. Ejemplo: “Los abanderados (metáfora belicista) del Apocalipsis climático exigen dedicar cientos de miles de millones de euros, pero no a paliar el hambre o la pobreza, no a vacunar a la población del Tercer Mundo de enfermedades que allí resultan mortales, no a garantizar el acceso al agua potable o al alcantarillado en buena parte del mundo subdesarrollado, no, exigen esos recursos para destinarlos a causas tan científicamente cuestionables en su viabilidad, como ser capaces de mantener la temperatura del planeta Tierra dentro de un centenar de años.” José María Aznar durante la presentación del libro Planeta Azul (no verde) de Vaclac Klaus (Toda esta alocución es una hipérbole con una gran carga emocional).
“Se ha creado una alarma para ningún fuego (metáfora de catástrofes). Se nos ha metido miedo en el cuerpo con la misma base que la existencia de las brujas en la edad media (nuevamente la metáfora de la superstición es utilizada contra la corriente de opinión de base científica)”. José Carlos Rodríguez en Libertad Digital. “Destapar la mentira no sirve de nada, pues una mentira repetida mil veces se convierte en verdad.” Ruben Osuna en Libertad Digital. “Ese dinero (El invertido en cumplir con el protocolo de Kyoto), inevitablemente, tendrá que serle hurtado (metáfora que da a entender que había un dinero que se habría destinado a esos fines sociales -se permite reir-) a otros proyectos de ayuda a los países menos favorecidos. Con mucho menor esfuerzo, podríamos intentar que estos países mejoraran sus infraestructuras, su sanidad, su régimen de libertades, sus recursos, y se pertrecharan de mejores herramientas para combatir los efectos del aumento de temperaturas, si se produce.” Jorge Alcalde en Libertad Digital. “El verdadero peligro, como siempre, son los salvadores (una plaga muy conocida desde antiguo, común a todos los mesianismos, imitado por los totalitarismos del siglo XX, consistente en inventar primero un gran peligro y luego ofrecerse como salvadores).” Yonderboy en Barrapunto. “La histeria (metáfora que convierte la alarma –intelectual- en histeria –emocional-) desatada a cuenta del calentamiento ha brindado una nueva oportunidad a todos aquellos que quieren controlar nuestras vidas (metáfora dictatorial)”. Walter E. Williams en Libertad Digital.
La carga emotiva incluye apelaciones genéricas a la “libertad”, a que los movimientos sociales que se ponen en acción frente el cambio climático o a favor de la ecología es un nuevo “totalitarismo”, a que debemos “ayudar” a los países pobres antes que a invertir dinero en energías limpias que impidan un mayor calentamiento. Todo ello usado de una forma demagógica e interesada. De esta manera, se da a entender que todo el que se manifieste pidiendo medidas contra el cambio climático es un totalitario o está en contra de la libertad o es insolidario... o todo ello a la vez. La carga emotiva contenida en los mensajes adquiere un gran poder de persuasión e intenta impedir la movilización ciudadana.
José María Aznar, conocido por su disposición a liderar cualquier causa que le permita sentirse protagonista de la historia, es un consumado urdidor o, cuanto menos, difusor de discursos falaces. Así, en la conferencia de presentación del libro de Vaclav Havel, Aznar llamaba a los informes científicos un “dogma engañoso”, y se proclamaba defensor del equilibrio medioambiental, afirmando ser “ecologista, si el ecologismo significa conservar el medioambiente, preservar nuestros bosques, sostener la biodiversidad, reciclar, ahorrar energía”. Recurriendo a la metáfora religiosa, a la vez que denuncia una actitud intransigente, descalifica a los científicos que advierten del “apocalipsis climático” y sentencia que “la libertad está en peligro, el clima está bien” (metáfora liberticida seguida de una antinomia de los hechos). Vaclav Klaus, por su parte, afirma que la aceptación de los informes científicos es “irracional” y que Al Gore es un “manipulador”; invita a enfrentarse a esa “propaganda” pues sostiene que “el calentamiento ni es global, ni es grande, ni es algo sin precedentes”. ¿Cuál es la conclusión de Vaclav Klaus? Pues que “la libertad humana, la innovación y el mercado serán suficientes para preservar nuestra prosperidad”. Refuta los informes científicos como dogmáticos pero recupera el dogma central del neoliberalismo, la infalibilidad del mercado, como una verdad inccuestionable.


CONCLUSIÓN


Nos vemos pues ante una retórica sumamente beligerante que intenta establecer una serie de "verdades" mediante el recurso a la descalificación de cualquier hecho que las contradiga, al cual le dan un tratamiento de manipulación o falsificación. Se intenta camuflar un discurso altamente ideologizado, falto de rigor y carente de soporte científico, desviando la atención con ardides como crear confusión sobre los hechos e intentar convertir al adversario en el trapacero que uno es. Pero en este caso la lengua que da soporte a esa retórica no está a la altura de sus posibilidades y las metáforas y los tropos empleados son muy poco trabajados y sólo pretenden un impacto inmediato y contundente que encienda los ánimos de los seguidores propios y pueda sembrar dudas entre quienes, en el fondo, temen que todo esto pueda ser verdad. La pretensión es de aturdir, no de convencer. En este sentido, es curiosa la frase que utiliza Aznar para autodefinirse como ecologista sensato, al defender la necesidad de “investigar sobre nuevas fuentes energéticas” y trabajar por “reforzar el mix energético de países tan dependientes como España con una energía limpia y segura, como la energía nuclear”, lo que no es sino una perogrullada revestida de tecnicismos para ocultar la sujeción a los intereses de las empresas multinacionales que controlan el ritmo al que se han de verificar cambios en el sector energético. Se ve obligado a utilizar el tecnicismo mix para prestigiar el uso de una energía combinada, lo cual constituye un claro apoyo a la utilización de combustibles fósiles a la vez que pide una reactivación del uso de la energía nuclear, a la que llama limpia (porque no emite gases a la atmósfera, aunque sus residuos sean mucho más sucios e imposibles de eliminar ni reciclar). Más allá de este tecnicismo, todos los demás recursos oratorios son de bajo nivel y se ceban más en el juego sucio que en la versatilidad del lenguaje para moldear la visión del mundo, aunque fuese en beneficio propio.

Modelos humanos e incertidumbres globales: La importancia del análisis conceptual - J.F. Álvarez

Síntesis y análisis realizado por Gonzalo Martín, 2013 - @Gadabarthes


En el debate acerca de la globalización ha irrumpido un nuevo concepto que tal vez arroje más confusión que la que disipa: se trata de la glocalización, término que se aplica por igual al pensar globalmente y actuar localmente, como a su inversa pensar localmente y actuar globalmente o a su supuesta culminación que sería ese pensar y actuar globalmente, fenómeno que puede confundirse con la globalización propiamente dicha a no ser porque ésta implica en lo substancial una forma de utilización de los recursos y alteración del medio que escapa al control de las voluntades proximales en beneficio de otras voluntades desconectadas del entorno concreto. El término glocalización hace hincapié en algo que tal vez sea tautológico como es la naturaleza concreta del acto frente al carácter difuso de su desencadenante, pero el problema radica en la dificultad para establecer un vínculo causal entre los procesos deliberativos y la mutabilidad del mundo. Es aquí donde se hace preciso el análisis conceptual.


Algo que no debe dejar de tenerse en cuenta en este debate acerca de la globalización como generalización de la glocalización, es que cualquier interpretación de la misma constituye en sí una forma sistemática de intervención sobre el medio social. No existe la neutralidad, toda práctica humana conlleva una carga de valores. En el mundo social la interpretación implica una transformación del medio. Nos encontramos en un punto en el que la perspectiva holística, que sostiene el efecto restrictivo de los sistemas sociales sobre las acciones de los individuos, se opone a la perspectiva individualista que otorga a los individuos la iniciativa sobre el trazado por el que habrán de discurrir estos sistemas.

Ian Hacking denomina clase interactiva al esquema categorial de procesos que por medio de los grupos humanos actúa sobre los mismos procesos que clasifica. Esto quiere decir que el marco conceptual tiene la virtud de afectar al fenómeno observado. Los individuos llegan a experimentarse a si mismos y comportarse de un modo distinto en la medida en que son conscientes del modo en que son tomados en cuenta por un sistema en el que están integrados. Ello deriva en un constructivismo social que se alimenta de un relativismo radical por el cual todo lo socialmente entendible habría de ser subjetivable y desde ahí materializable. Las condiciones materiales de posibilidad de una forma de ser socialmente, son realidades virtuales que en la dinámica de la construcción de entidades clasificatorias sirven de base para una conformación de estados individualizados. Aunque la globalización es un fenómeno ontológicamente subjetivo, ha devenido epistemológicamente subjetivo al imponer restricciones a los individuos en la percepción de su capacidad operativa. El curso de la acción individual se ve alterado y llega a convertirse en una práctica social completamente asumida.

La globalización es hábilmente presentada (y de ahí la pertinencia del término glocalización) como una tendencia natural de los sistemas sociales en expansión material e intensificación tecnológica, lo que obliga a cuestionarse constantemente sus concretas manifestaciones culturales para evitar una deriva ontológica estrecha y acrítica. Emerge una visión determinista de los sistemas sociales donde la capacidad de elección de los individuos se ve mermada o mediatizada y las incertidumbres inducidas. Para que el análisis social sea capaz de penetrar su complejidad consubstancial es precisa una perspectiva multidisciplinar que abandone definitivamente las concepciones simplistas y mecanicistas por las que intenta ser canalizada y recuperar enfoques como los que vienen sugiriendo Zigmut Bauman, de modernidad líquida, o Ulrich Beck, de una sociología reflexiva.

Hemos de incorporar en nuestros análisis la diferencia que la modernidad reflexiva arroja entre riesgo e incertidumbre. Se denomina "de riesgo" a una situación futura a la que podemos asignarle alguna probabilidad de ocurrencia, en cambio una situación es de incertidumbre cuando apenas nos permite concebirla y tanto menos asignarle grado de probabilidad alguno. La sociedad globalizada se adentra en el ámbito de una incertidumbre que es fabricada y se desliga del concepto de riesgo que estaba regido por leyes similares a la física. La creciente interconectividad humana a la vez que permite desarrollar nuevas capacidades, da lugar a que estas capacidades puedan actuar en su contra.

"Más allá de Keynes, la idea es que no solamente deja de funcionar adecuadamente el mercado y el sistema económico cuando no se atienda a la pobreza, a la miseria extrema o a situaciones de carencias de libertades, sino que además eso genera un tipo de ser humano que puede estar dispuesto a las mayores atrocidades. Incluso a veces montando toda una teoría sobre la acción justa. Además de patologías, que sin duda puede haberlas, no deberíamos olvidar que esos individuos pueden ser “seres normales”, entendiendo por ello personas razonables capaces de optar y de realizar determinadas acciones. Esta es la fuente misma de la imprevisibilidad." (J.F. Álvarez, 2001)
La teoría de la sociedad del riesgo afirma que es precisamente la imprevisibilidad la que nos abre caminos a lo desconocido y si esto es interiorizado por la conciencia humana puede hacerla avanzar, tanto si es para "bien" como si es para "mal". Por eso, la teoría de la modernización reflexiva propuesta por Beck, provoca una cierta desesperanza al reconocer la imposibilidad de eludir este riesgo endémico. Tanto es así que ni siquiera retrospectivamente es posible superar la incertidumbre sobre la adecuación de las acciones y las elecciones. No es posible determinar cuál es la dirección correcta puesto que resulta impredecible la ponderación del factor de riesgo. Es este fatalismo negativo el nuevo rostro de la creencia en el progreso; aquella primera modernidad lo afrontó de una manera optimista pero esta otra modernidad no puede sino afrontarse con una irreductible congoja. Si para muchos la globalización es la consumación del fin de la historia, para Beck es el comienzo de la historia de la historia.

Uno de los instrumentos más perversos del pensamiento conservador es la llamada a la resignación ante esta especie de vorágine evolutiva que se parece demasiado a una predeterminación. Es un fatalismo negativo que intenta desarticular la capacidad correctiva de una modernidad reflexiva de componente socializante. No podemos olvidar que los sistemas sociales están sujetos a la retraolimentación bidireccional de una clase interactiva, en términos de Hacking. El debate está planteado en al menos cinco discursos tópicos.

  • El de la competitividad económica centrado en la competencia mundial.
  • El de la crítica social acerca de las consecuencias percibidas de esa globalización.
  • El de la (in)capacidad de los estados para afrontar los problemas de ese futuro. 
  • El de la globalización cultural (uniformidad o nuevas formas de diversidad). 
  • Y el de la ecología planetaria.
Si se consigue superar la propuesta dominante que aboca a la postura fatalista, es posible que encuentre su lugar la acción política que pueda introducir criterios de rectificación de la trayectoria y consideración de valores en la apertura hacia lo nuevo e impredecible.


Artículo de J.F. Álvarez publicado en Revista de Educación , número extraordinario sobre Globalización y Educación, 2001, págs. 31-41

Declaración particular de los derechos de algunos - José Carlos Bermejo Barrera

Introducción, por @Gadabarthes,

Dado que la LOMCE establece un sistema jerárquico que vela por los intereses de la comunidad educativa en aras de unos logros de mayor enjundia, tales como la excelencia intelectual y la medra en el beneficio particular, he tenido a bien trasladar a este espacio el mayor logro normativo de los últimos tiempos en materia de derechos torcidos. He aquí la irónica declaración de intenciones de la Empresa Formativa Colectiva, de boca o pluma del profesor José Carlos Bermejo Barrera (contando con su expresa autorización), del Departamento de Historia de la Universidad de Santiago de Compostela, a quien pertenecen también las siguientes palabras:
"...en realidad, parece ser un sentimiento socialmente compartido que todo el mundo actúa persiguiendo sus propios intereses en un juego en el todo puede llegar a valer como estrategia, en el que todo se puede manipular a la hora de hablar para justificar cualquier postura, y en el que parecen haber desaparecido los hechos, puesto que, en nombre de unos principios supuestamente democráticos, se sostiene la idea de que todo el mundo tiene derecho a opinar lo que quiera de todo lo que desee, porque todas las opinones son sagradas e igual de respetables, no existiendo en realidad los hechos, ya que todo puede interpretarse de mil maneras distintas. No deja de ser curioso que, en un país en el que los medios de comunicación son cada vez menos libres y están cada vez mas condicionados por los intereses económicos y la sumisión a los poderes políticos, se quiera dar la impresión de que todo el mundo tiene acceso a una esfera de la opinión que en realidad ha dejado ya de existir, asfixiada por los lemas vacíos de los partidos políticos, los sofismas baratos de decenas de tertulianos y supuestos analistas que copan con éxito todos los medios de comunicación, dejando la verdad, la realidad y los hechos ocultos bajo la espesa capa del silencio."
Todo lo a continuación expuesto tiene la prodigiosa virtud de ser aplicable al resto de ámbitos del Estado del Bienestar (tan mal entendido, como viene siendo últimamente). Gonzalo Martín.

O doctrina universitaria del derecho y de la virtud




Desde que en la Roma antigua se creó el derecho, ha llegado a estar totalmente claro que la existencia de un sistema jurídico ha de basarse en los siguientes principios.
  • En primer lugar las normas deben ser conocidas por todos y consecuentemente hacerse públicas, preferentemente por escrito. 
  • En segundo lugar, esas normas deben ser agrupadas y sistematizadas, de modo que se pueda establecer una jerarquía entre las mismas, con el fin de saber, por ejemplo cuál debe prevalecer en caso de que hubiese una contradicción entre dos de ellas. 
  • Y por último, y esto ha de constituir la cúspide de cualquier sistema jurídico, todas las normas han de poder ser deducidas a partir de unos principios genéricos.
Siendo la Universidad el lugar en el que nacen y se incuban las ciencias, y los universitarios las personas elegidas para garantizar que el desarrollo de las mismas pueda lograrse de la forma más racional y objetiva posible, es especialmente necesario sistematizar, jerarquizar y sacar a luz cuáles son los principios filosófico-jurídicos sobre los que ha de construirse la imponente pirámide de la legislación universitaria.
Pero además, teniendo en cuenta que las instituciones no pueden funcionar si sus miembros no interiorizan los principios que las rigen, creemos que sería conveniente completar la doctrina universitaria del derecho con otra doctrina: la doctrina universitaria de la virtud, pudiendo deducirse fácilmente una de la otra.

Titulo primero: de la libertad

Artículo 1: debemos admitir como una verdad evidente que todos los hombres son por naturaleza desiguales.
Glosa: el artículo apenas merece comentario. En efecto, si dos hombres fuesen absolutamente iguales entonces serían el mismo, y por lo tanto ya no serían dos hombres. Del mismo modo un hombre nunca puede ser igual a una mujer, porque si no el hombre no sería un hombre y la mujer una mujer, y consecuentemente no tendría sentido que existiesen esas palabras. Y las palabras siempre existen por algo.
Artículo 2: del hecho de la existencia de la desigualdad se derivan enormes beneficios para la colectividad.
Glosa: en efecto, si considerásemos como iguales a seres que por naturaleza no lo son, alteraríamos el orden natural de las cosas. Como el orden natural de las cosas es conocido, y directamente reflejado, por el conocimiento científico, si actuásemos de ese modo no sólo estaríamos violando un principio jurídico, sino también incumpliendo la misión y pervirtiendo la esencia del conocimiento científico.
Cuando se altera el orden natural de las cosas, la propia naturaleza vuelve a reestablecerlo mediante los mecanismos de defensa que posee, que consiguen eliminar aquellos elementos que en un determinado momento puedan ser extraños, gracias al uso de la coerción y la fuerza.
Artículo 3: el mantenimiento de la desigualdad ha de ser el mayor bien jurídico a proteger en los sistemas legales universitarios.
Glosa: dado que de la existencia de la desigualdad sólo se derivan beneficios para la colectividad, y dado que en la propia naturaleza - tal y como lo establece la ciencia - existen precisos mecanismos de represión y control, debemos desarrollar todas las medidas posibles para mantenerla.
Artículo 4: aquel mecanismo que consiga mantener a toda costa la desigualdad ha de ser la clave de nuestro sistema jurídico. Por ello debe establecerse como garantía del mismo la figura del VERDUGO.
Glosa: la palabra verdugo debe entenderse sólo metafóricamente, puesto que no se puede instaurar en nuestro sistema jurídico la pena de muerte, así por las razones siguientes: no se puede ejecutar a los que son superiores porque es de ellos de donde la colectividad obtiene la mayor parte de sus bienes. Y no se debe ejecutar a los inferiores porque su existencia es necesaria para que pueda ser posible la existencia de los superiores, no sólo desde el punto de vista gramatical, sino también desde el punto de vista lógico. La articulación jurídica de la figura del verdugo será competencia del Título 3: de los órganos de gobierno.
Artículo 5: los miembros de la comunidad universitaria deben ser considerados geométricamente, y no aritméticamente, pues ello es la esencia de la desigualdad.
Glosa: se llama igualdad artimética a aquella en que cada elemento o miembro es igual a todos los demás e intercambiable por ellos. Se llama igualdad geométrica a aquella que establece que la magnitud de unos miembros es mayor que la de otros, debido a su propia naturaleza, por lo cual les ha de corresponder una mayor proporción en el reparto de todos los conceptos.
Artículo 6: la esencia de la desigualdad académica no reside en el nacimiento, ni en los caracteres raciales, sino en la capacidad intelectual.
Glosa: los seres humanos son de dos clases: tontos y listos. Se llama listos a los que poseen un mayor grado de inteligencia, y tontos a los que tienen menos. No se puede ser listo si uno no sabe que es listo, de lo que se deduce que los listos, además de serlo, tienen también el derecho a decir que ellos son listos y que los demás son tontos.
Los tontos no tienen derecho a decir que los listos no son listos, porque ellos no lo saben, precisamente porque son tontos.
Artículo 7: la desigualdad académica es una desigualdad en los grados del saber, pero esa desigualdad quedaría desnaturalizada si la jerarquía del saber no estuviese avalada por la jerarquía del gobierno.
Glosa: no cabe duda de que los listos, como son más inteligentes, no sólo saben más que los tontos, sino que además también son capaces de producir nuevos conocimientos. Si la comunidad pretende que se logre un fin bueno, debe poner al alcance de aquellos que puedan hacerlo posible los medios necesarios para que puedan cumplir su cometido. Como sólo los listos saben, se deduce que sólo ellos pueden saber cuál es el fin a conseguir y cuáles son los medios necesarios para ello, por lo que a ellos les ha de corresponder toda la capacidad de tomar decisiones, que es la capacidad de gobernar.
Artículo 8: en un sistema desigual, en el que el bien común se logra gracias al saber y a las capacidades de las minorías, sólo las minorías merecen ser libres.
Glosa: esto es evidente. Si la mayoría fuese libre podría tomar decisiones, pero dado que la mayoría está compuesta de tontos, entonces todas sus decisiones estarían equivocadas, puesto que carecen de las capacidades de análisis y prospectiva.
De ello se deduce que la verdadera libertad de la mayoría consiste en aceptar la libertad de la minoría, que es la única que les puede garantizar que las decisiones que ellos no deben tomar - ya que sólo han de acatar las de la minoría- son las más adecuadas para el logro del bien común de esa mayoría intelectualmente menos dotada, que es incapaz de conocer su propia naturaleza.
Artículo 9: el fin del derecho ha de consistir en garantizar que la libertad de la minoría pueda ejercerse sin ningún tipo de cortapisa.
Glosa: un sistema ha de componerse de una serie de partes que, al funcionar coordinadamente, consiguen crear una entidad nueva, que es capaz de lograr determinados fines.
Un sistema jurídico ha de ser consecuentemente un entramado de normas convenientemente jerarquizadas que permitan que se logre de la mejor manera el fin que se deriva de la esencia del derecho: el establecimiento de la desigualdad.

Titulo segundo: de la propiedad

Artículo 10: una persona no puede ser libre si no posee bienes.
Glosa: el derecho humano más fundamental no es la vida. Todo el mundo está vivo, y eso no es ningún mérito. Todo ser vivo tiene que atender a un conjunto de necesidades biológicas. Esas necesidades biológicas, en el caso de los seres humanos, han de satisfacerse socialmente mediante el uso de una determinada serie de bienes. El uso de un bien está garantizado por el derecho de propiedad. Luego el derecho de propiedad es el derecho fundamental. Todo ser humano es, por esencia, un propietario.
Artículo 11: dado que todos los seres humanos son desiguales, unos seres humanos tienen derecho a poseer más bienes que otros.
Glosa: esto es evidente. Si para ser libre hay que poseer bienes, y unos seres humanos tienen derecho a ser más libres que otros, entonces, consecuentemente también tendrán derecho a poseer más bienes.
Artículo 12: de la desigualdad de las riquezas se deriva el bien común.
Glosa: conseguir un bien es conseguir un fin. Para conseguir un fin hay que planificar una acción. Para planificar una acción hay que ser inteligente. Como hay seres humanos inteligentes, y otros que son tontos, consecuentemente los más inteligentes habrán de conseguir más fines. Al conseguir más fines conseguirán más bienes. Pero como de la libertad de la minoría se deriva el bien de la mayoría, de ello se deduce que del enriquecimiento de unos pocos se deriva el enriquecimiento de la mayoría.
Artículo 13: consagrar la desigualdad de las riquezas es el fin del sistema jurídico, para lo cual ha de poder utilizar todos los medios posibles, y sobre todo su medio capital: el VERDUGO.
Glosa: no debe consentirse que la mayoría de los tontos reivindique la igualdad en la posesión y el uso de los bienes. Ello supondría la perversión del sistema legal, y acarrearía el empobrecimiento de la colectividad. Si lo reivindican es debido a su falta de conocimientos e inteligencia, por lo que será conveniente instruir a la mayoría, en la medida en la que su inteligencia lo permita, que siempre será limitada. Por esa razón siempre han de estar en vigor los mecanismos coactivos.
Artículo 14: únicamente se puede lograr la riqueza gracias al uso de la inteligencia. Por ello sólo los ricos han de ser libres.
Glosa: no se pueden tomar las decisiones adecuadas si uno no es libre. Si uno es libre e inteligente se hará consecuentemente rico. De la riqueza de la minoría deriva la prosperidad de la mayoría. Por esta razón los ricos han de poder ejercer su libertad sin cortapisas, de modo que todo el mundo pueda beneficiarse de sus decisiones.
Artículo 15: los profesores universitarios tienen pleno derecho a ser ricos.
Glosa: la Universidad es el lugar en el que nace y se desarrolla el conocimiento. Quien sabe más tiene más derecho a ser libre. Quien es más libre tiene más derecho a ser rico, luego los profesores universitarios, que son los que más saben, son los que tienen más derecho a ser ricos.
Artículo 16: todas las instituciones que componen la Universidad deben estar reguladas jurídicamente y subordinadas al logro del fin que es propio de esta institución, que es la consecución de la riqueza.
Glosa: si un sistema jurídico se compone de un conjunto de elementos coordinados y jerarquizados con vistas a la consecución de un fin que le es propio, y el fin propio de la Universidad es la producción y transmisión del conocimiento, todo su sistema legal debe estar dirigido al logro de ese fin. Pero como la consecución del conocimiento no es posible si no existe la libertad, y la libertad no es posible sin riqueza, consecuentemente el fin de la Universidad es la consecución de la riqueza.
Artículo 17: los dos valores básicos que han de regir los sistemas universitarios son la riqueza y la pobreza.
Glosa: debe entenderse que la riqueza es buena y está unida al conocimiento y la inteligencia y al establecimiento de la desigualdad. Del mismo modo la pobreza, que es mala, sólo es una consecuencia de la falta de inteligencia, que trae consigo la prentensión del logro de la igualdad y prentende subvertir los sistemas legales y académicos.
Artículo 18: unos profesores universitarios han de ser más ricos y otros más pobres.
Glosa: dado que la riqueza, por naturaleza, se distribuye de un modo desigual, también en la Universidad debe haber profesores ricos y pobres. Dado que los ricos son más ricos porque son más inteligentes, consecuentemente los profesores más inteligentes serán los profesores más ricos. Ello corresponde al orden natural de las cosas, a cuyo estudio están dedicadas todas las ciencias.
Artículo 19: los profesores más ricos son los que tienen más derecho a gobernar la Universidad.
Glosa: todos los profesores son desiguales por naturaleza. La base de la desigualdad es la inteligencia. Sólo los inteligentes tienen derecho a gobernar a la mayoría de los tontos. Dado que todos los inteligentes son ricos y todos los ricos son inteligentes, tanto en la Universidad como en el resto del mundo, consecuentemente son los profesores ricos los que deben siempre gobernar.
Artículo 20: el gobierno de la Universidad es un mecanismo básico de creación de la riqueza.
Glosa: toda riqueza deriva de la inteligencia. La Universidad es el lugar natural en el que vive la inteligencia, luego toda la riqueza deriva de la Universidad. Las sociedades son ricas en tanto que tengan Universidades (a eso se le llama “sociedad del conocimiento”). Consecuentemente si las sociedades se enriquecen gracias a las Universidades, las Universidades también tienen derecho a enriquecerse a costa de las sociedades, pero teniendo siempre en cuenta que ello debe hacerse de forma desigual. Cuanto más se beneficie la sociedad de la Universidad y la Universidad de la sociedad, más se conseguirá el bien común, porque el incremento de los beneficios individuales sólo produce beneficios colectivos.
Artículo 21: los profesores que gobiernan las universidades tienen derecho a ser más ricos.
Glosa: ello es lógico por las razones siguientes: los profesores que gobiernan las universidades son los más inteligentes, ya que sólo los inteligentes tienen derecho a gobernar. Los más inteligentes tienen derecho a acumular más riqueza, en aras del logro del bien común; luego los más inteligentes tienen derecho a ser más ricos. Dado que los profesores que gobiernan las universidades son los más inteligentes es lógico que, si no son ricos, lleguen a serlo, debiendo las universidades implementar todas las medidas necesarias para el logro de este fin justo.

Titulo tercero: del gobierno de las Universidades

Artículo 22: el gobierno de las Universidades ha de basarse en los siguientes principios:
1.      establecimiento de la desigualdad y control de las mayorías
2.      creación de la riqueza y reparto desigual de la misma
3.      represión de la disidencia mediante el ejercicio de las funciones académicas del VERDUGO.
Glosa: todos estos principios se derivan de los artículos anteriores, por lo que no necesitan explicación. Además, dado que en una Declaración particular de los derechos de algunos únicamente deben establecerse las normas fundamentales que rigen el funcionamiento del derecho, y no entrar en los desarrollos normativos concretos, procede pues limitarse a definir las funciones jurídicas esenciales del instrumento fundamental del gobierno: el VERDUGO
Artículo 23: son funciones esenciales del verdugo la ejecución de los reos y la tortura de los mismos.
Glosa: ya se estableció anteriormente que la pena de muerte no tiene sentido. Ello no obsta para que el verdugo siga teniendo una función esencial. No obstante, esa función ha de ser redifinida en el marco de la “sociedad del conocimiento”.
Artículo 24: dado que el bien fundamental de la “sociedad del conocimiento” es el conocimiento, serán las funciones del verdugo en esa sociedad:

1.      suprimir todos los obstáculos y neutralizar a todas aquellas personas que se opongan al avance del conocimiento, ya fuese reivindicando la libertad, la igualdad o la distribución de las riquezas
2.      practicar la tortura de aquellas personas, grupos o instituciones que se nieguen a reconocer la naturaleza de las cosas y su expresión lingüística a través de las diferentes ciencias.

Artículo 25: dado que en la “sociedad del conocimiento” la realidad física ocupa un papel subsidiario, la aplicación de la pena capital y la tortura no deberá entenderse de un modo meramente físico, tal y como ocurrió en otras épocas de la historia y como episódicamente ocurre en la actualidad en países que todavía no se integran plenamente en este tipo de sociedad, sino psicológica y lingüisticamente.
Glosa: el conocimiento se plasma lingüísticamente, ya sea en lenguajes científicos y formales o en los lenguajes ordinarios (lenguas habladas). Esos lenguajes se transmiten a través de los medios de comunicación. Por ello el control de los medios de comunicación (informáticos, audiovisuales, impresos) y sus correspondientes desarrollos institucionales es fundamental para lograr el ejercicio de las artes del buen gobierno.
Artículo 26: sólo quienes gobiernan el mundo y la Universidad tienen derecho a establecer los significados de las palabras y a fijar los criterios de la verdad y la falsedad.
Glosa: en la “sociedad del conocimiento” la realidad sólo puede ser conocida a través de los medios de comunicación y mediante los lenguajes existentes. A esa realidad se le llama realidad virtual. Los que gobiernan, gobiernan porque conocen la realidad gracias a su inteligencia. Si la realidad es virtual, ellos no sólo tienen derecho a controlarla, sino también a crearla, no sólo de la forma más inteligente, sino también con vistas a mantener la existencia de la desigualdad y a favorecer la producción de las riquezas y su reparto desigual, en aras del bien común. Por ello el producto resultante, además de ser bueno y justo , también será verdadero. Cuando un ser humano no conoce la verdad está equivocado. Cuando está equivocado toma decisiones que le perjudican. Si ello se hiciese colectivamente surgiría el caos social. Por ello , con el fin de evitarlo y lograr el bien común, quienes gobiernan tienen derecho a establecer los significados de las palabras, a regular su uso, y a fijar los únicos criterios válidos de la verdad y la falsedad.
Artículo 27: serán, pues, las funciones esenciales del VERDUGO:

1.      eliminar todos aquellos obstáculos y neutralizar a todas personas, grupos o instituciones, que se niegen a aceptar la realidad virtual tal y como es
2.      torturar los lenguajes y los sistemas de comunicación, con el fin de alejarlos de la mentira y obligarlos a aceptar la realidad virtual.
Glosa: todos los sistemas normativos de las Universidades deberán estructurarse de modo que se pueda lograr este fin. Una vez que esto se haya conseguido y que se pueda controlar a la mayoría disidente, gracias al incremento de su conocimiento, se lograrán cumplir los fines básicos de los sistemas académicos, a saber:
a) fomentar la desigualdad, gracias a la creación de élites diferenciadas por citerios de excelencia.
b) establecer el gobierno de los inteligentes.
c) permitir y obligar a que los inteligentes se enriquezcan, en aras del bien común.
d) construir un lenguaje y unos sistemas de comunicación obligatorios, que establezcan lo que es real y lo que no lo es, lo que es posible y lo que es imposible.
e) obligar a que la mayoría acepte ese lenguaje y ese gobierno, gracias a la institución del verdugo.
d) continuar denodamente la ardua labor de instrucción y educación de la mayoría de los tontos, con los fines siguientes:
           1.      que acepten que son tontos , y que no saben.
           2.      que acepten que deben ser gobernados por su bien.
           3.      que acepten que no están capacitados en modo alguno para saber quiénes son y cuál es el mundo en el que viven, y que no se puede salir de la realidad virtual.
           4.      que sepan que siempre estará presente el VERDUGO.

Colofon: doctrina de la virtud

1) Llamamos hábito a la repetición de una acción. La repetición constante de una acción suele engendrar cierta inercia que nos lleva a volver a ejecutarla, por ello se suele decir que un hábito es una segunda naturaleza.
2) Existen dos clases de hábitos: las virtudes y los vicios. Se llama virtudes a los hábitos en los que tendemos a repetir una acción buena y vicios a los hábitos en los que tendemos a repetir una acción mala.
3) Las virtudes y los vicios se corresponden con el orden natural de las cosas, que es objeto de estudio de las diferentes ciencias. Dado que según el orden natural de las cosas los hombres son por naturaleza desiguales, debe existir una doble moral: la moral de la minoría y la moral de la mayoría.
4) La moral de la mayoría debe estar orientada a que la minoría pueda desarrollar su propia moral. Por ello puede darse el caso de que una acción que para un miembro de la minoría es un virtud, para un miembro de la mayoría es un vicio. Ello sería así si con la práctica de esa supuesta virtud se pervirtiese el orden natural de las cosas.

Son Virtudes de la minoría:

a) El dogmatismo. Un miembro de la minoría debe estar totalmente seguro de poseer un saber absolutamente cierto, lo que deriva de su dominio del método científico, que maneja gracias a su inteligencia.
b) La omnisciencia. Un miembro de la minoría debe ser consciente de que se sabe todo. Si bien él no puede pretender saberlo todo, si que ha de saber que los que componen su grupo se reparten todo el saber entre sí.
c) La prepotencia. Un miembro de la minoría debe dar siempre a conocer su saber gracias a una actitud prepotente, en la que exhiba y muestre una gran seguridad en sí mismo y en los demás miembros de su grupo. La prepotencia es necesaria para el ejercicio de la autoridad, que, tal y como habíamos mostrado, se basa en la existencia del Verdugo.
d) La arrogancia. Un miembro de la minoría exhibirá siempre su saber, sus méritos y honores y sus riquezas. Al hacerlo contribuirá a mostrar a los demás la seguridad que tiene en sí mismo y en su grupo. De este modo conseguirá intimidar a los miembros de la mayoría, que siempre deben ser gobernados mediante el temor.
e)- la vanidad. Toda alabanza es poca si un miembro de la minoría se la hace a sí mismo, pero también debe intercambiar constantemente alabanzas con los demás miembros de su grupo, que a su vez deben despreciar constantemente a la mayoría.
f) La avaricia. Como de la producción de la riqueza y la acumulación de los bienes por parte de las minorías se derivan benficios para la mayoría, se puede deducir que el ansia de riquezas de cada uno de los miembros de la minoría, así como su lucha en dura competencia por las mismas, es la principal garantía del bien común.
g) La intolerancia. Un miembro de la minoría ha de ser intolerante, tanto en el campo del saber como en el ejercicio de las nobles artes del gobierno. Las opiniones son muchas, pero la verdad es sólo una. Cuando se posee la verdad no se puede ser tolerante con quien vive en la opinión equivocada, ya que quien vive en la opinión equivocada obra en contra de su propio bien. Esto se aplica tanto en el campo del conocimiento, como en el del gobierno. En el campo del gobierno, del error y el vicio dimana el desorden cuando no se consigue hacer creíbles las amenazas del verdugo. Por ello la intolerancia deberá ir siempre unida a la presencia en cada lugar y en cada momento de ese verdugo omnisciente, infalible y despiadado, que es la única garantía del orden social y el bien común.
i) La lujuria. Llamamos lujuria a la satisfacción de toda clase de deseos corporales de la minoría por parte de la mayoría o de la minoría misma. Los deseos corporales de todo tipo (sexual, culinario...) son un mecanismo básico de la producción de bienes materiales. Dado que de la producción de bienes materiales deriva el bien común, se puede deducir que de la satisfacción de los deseos corporales de la minoría deriva el bien común. Esto ya había sido formulado por Bernard Mandeville en el siglo XVIII, con el lema “los vicios privados son las virtudes públicas”.
j) El paternalismo. Los miembros de la minoría deben ejercer en la sociedad una función educativa, ya que ellos son los que saben. Por ello deben practicar el patrernalismo. Llamamos paternalismo a la acción de enseñar a los inferiores y de no aprender nunca nada de ellos. El ejercicio del paternalismo debe aunar la displicencia y el desprecio con la compasión.
k) La displicencia. Es una consecuencia natural de la omnisciencia y la arrogancia. Consiste en saber siempre mantener la distancia con los inferiores, de modo tal que ellos siempre sean conscientes de la superioridad de los que mandan.
l) La compasión. Los que pertenecen a la minoría deben compadecerse de aquellos que son inferiores, pero siempre despreciándolos, del mismo modo que se compadecen de los animales. Cuando nos compadecemos de un gato no deseamos ser gatos. Por esta razón, la minoría en su ejercicio de la compasión no debe identificarse con los inferiores, sino distanciarse de ellos.

Son Virtudes de la mayoría:

a) La inseguridad. Los miembros de la mayoría nunca deben estar seguros de que saben nada, si no los avala un miembro de la minoría.
b) La ignorancia. Pertenecer a la mayoría es básicamente ser un ignorante. Por ello los miembros de la mayoría deben reconocerlo así siempre y ser conscientes de su incapacidad intelectual y su inferioridad moral.
c) La humildad. De lo anterior se deduce la necesidad de la humildad. Si los miembros de la mayoria son ignorantes, incapaces, y además no están seguros, ¿de qué van a estar orgullosos?
d) La generosidad. Los miembros de la mayoría deben ser generosos, con los demás miembros de la mayoría, y sobre todo con los miembros de la minoría. Ya que es de la avaricia de los miembros de la minoría de donde ellos obtienen la mayor parte de sus beneficios.
e) La tolerancia. Los miembros de la mayoría deben ser tolerantes y comprensivos. Ello es lógico. Como son inseguros e ignorantes, deben practicar la tolerancia con los miembros de su grupo y con los miembros de la minoría. La práctica de la tolerancia con los miembros de la minoría es el único mecanismo del que disponen los miembros de la mayoría para evitar que entre en acción el verdugo.
f) La sumisión. Los miembros de la mayoría deben someterse siempre a los deseos de la minoría, ya fueren sexuales u de otro tipo, y ser conscientes que de ello deriva la mayor parte del bien y el placer común.
g) La admiración abyecta. Los miembros de la mayoría deben admirar constantemente las capacidades intelectuales, los bienes, los honores y los privilegios de los que gobiernan. Deben hacerlo sin complejos ni rebozo, dando así muestras del conocimiento de su naturaleza inferior, lo que constituye la única vía posible para salirse de su baja condición y superarse a sí mismos.
d) La perfidia y la traición. Los miembros de la mayoría han de estar siempre dispuestos a someterse a quien manda. Si se diese el caso de que algunos de los miembros de su grupo, presas de su ignorancia y falta de control de sí mismos, pretendiesen alterar el orden natural de las cosas, deberán engañarlos, delatarlos a sus superiores y ponerlos en manos del Verdugo, porque el dolor de los muchos es la principal fuente del placer de los pocos, y el placer de los pocos es la principal fuente de la que mana el bien común.

Mínima Moralia (152) - Se previene contra el mal uso - Theodor Adorno

Transcripción literal por @Gadabarthes, 2013

La dialéctica tuvo su origen en la sofistica como un proceder de la discusión encaminado a conmover las afirmaciones dogmáticas y, al modo de los abogados y los cómicos, convertir la palabra más modesta en la más poderosa. Posteriormente se fue constituyendo, frente a la philosophía perenne, en método perenne de la crítica, en asilo de todos los pensamientos de los oprimidos, incluso de lo que nunca llegaron a pensar. Mas en cuanto medio de obtener la razón fue también desde el principio un medio de dominación, técnica formal de la apología indiferente al contenido y al servicio de los que podían pagar: la posibilidad de dar siempre con éxito la vuelta al asador elevada a principio. Por eso su verdad o falsedad no está en el método en sí, sino en su intención dentro del proceso histórico. La división de la escuela hegeliana en un ala derecha y otra izquierda hunde sus raíces en el doble sentido de la teoría no menos que en la situación política del Vormärz. Dialéctica no es sólo la teoría marxiana, que quiere convertir al proletariado como sujeto absoluto de la historia en el sujeto primario de la sociedad y hacer realidad la autodeterminación consciente de la humanidad, sino también la agudeza que Gustavo Doré puso en boca de un representante parlamentario del ancíen régime: que sin Luis XVI nunca se habría llegado a la Revolución y que, por tanto, a él hay que agradecerle la proclamación de los derechos del hombre. La filosofía negativa, la disolución universal, disuelve siempre a la vez lo disolvente mismo. Pero la nueva forma en la que pretende superar a ambos, lo disolvente y lo disuelto, jamás podrá aparecer en estado puro en la sociedad antagónica. Mientras la dominación se reproduzca, la vieja cualidad saldrá de nuevo a la luz con toda crudeza en la disolución de lo disolvente: tomado en su sentido radical, no hay en ella ningún salto. Sólo éste sería el acontecimiento capaz de trascenderla. Como la determinación dialéctica de la nueva cualidad se ve en cada caso remitida al poder de la tendencia objetiva, que transmite el hechizo de la dominación, siempre que con el trabajo del concepto alcanza la negación de la negación se halla también casi inevitablemente forzada a subsistir en el pensamiento el viejo mal por lo distinto inexistente. La profundidad con que se sume en la objetividad la logra al precio de participar de la mentira de que la objetividad es ya la verdad. Al limitarse estrictamente a extrapolar la situación libre de privilegios de lo que debe al proceso el privilegio de ser, se rinde a la restauración. Esto lo registra la existencia privada, a la que Hegel le reprochó su nulidad. La mera subjetividad que se empeña en la pureza de su propio principio se enreda en antinomias. Sucumbe a su deformidad, a la hipocresía y al mal a menos que se objetive en la sociedad y el Estado. La moral, la autonomía basada en la pura certeza de sí mismo y hasta la conciencia moral son mera apariencia. Si lo «real moral no existe» (Phänomenologie, ed. Lasson, p. 397), en la Filosofía del Derecho estará consecuentemente el matrimonio por encima de la conciencia moral, por encima incluso de su eminencia, que Hegel calificará con ironía romántica de «vanidad subjetiva» en el doble sentido. Este motivo de la dialéctica, que opera en todos los estratos del sistema, es a la vez verdadero y falso. Verdadero porque desvela lo particular como apariencia necesaria, como la falsa consciencia de lo separado de ser sí mismo y no un momento del todo; y esta falsa consciencia hace que se desvanezca por la fuerza del todo. Falso porque el motivo de la objetivación, la «exteriorización» (Entäusserung), es degradado a pretexto justamente para la autoafirmación burguesa del sujeto, a mera racionalización, toda vez que la objetividad, que opone el pensamiento a la mala subjetividad, no es libre y queda siempre a la zaga del trabajo crítico del sujeto. La palabra exteriorización, que espera de la obediencia de la voluntad privada la liberación de la arbitrariedad privada, justamente al afirmar insistentemente lo exterior como lo que institucionalmente se opone al sujeto reconoce, pese a todos los votos por la reconciliación, la perenne irreconciliabilidad de sujeto y objeto, que por otra parte constituye el tema de la crítica dialéctica. El acto de la autoexteriorización desemboca en la renuncia, que Goethe caracterizaba como salvación, y, por ende, en la justificación del status quo tanto hoy como ayer. De la evidencia, por ejemplo, de la mutilación de las mujeres por la sociedad patriarcal y de la imposibilidad de eliminar la deformación antropológica sin hacerlo con sus supuestos, el dialéctico irremisiblemente desilusionado podría deducir el punto de vista del amo de la casa y hacer el juego a la perpetuación de la relación patriarcal. No le faltarían razones plausibles, como la de la imposibilidad de unas relaciones esencialmente diferentes bajo las actuales condiciones, ni tampoco la actitud humanitaria hacia los oprimidos que deben pagar el precio de la falsa emancipación, pero todo lo verdadero se convertiría en ideología en manos del interés masculino. El dialéctico no desconoce la infelicidad y el abandono de los que envejecen sin casarse, como tampoco lo criminal de la separación. Pero dando de un modo antirromántico la primacía al matrimonio objetivado frente a la pasión efímera no superada en la vida en común, se convierte en abogado de los que mantienen el matrimonio a costa del afecto, de los que aman aquello por lo que están casados, esto es, la abstracta relación de posesión. La última conclusión de esta sabiduría sería la de que esto a las personas no les importa tanto mientras se acomoden a la constelación dada o hagan lo posible por conseguirlo. Para protegerse de semejantes tentaciones, la dialéctica esclarecida necesita recelar constantemente de ese elemento apologético y restaurador que, sin embargo, determina una parte de lo opuesto a la ingenuidad. La amenazante regresión de la reflexión a lo irreflexivo se delata en la superioridad con que dispone a su antojo del proceder dialéctico como si ella fuera aquel saber inmediato acerca de la totalidad que el principio de la dialéctica precisamente excluye. Se recurre a la perspectiva de la totalidad para impedirle al adversario todo juicio negativo determinado con un «no quería decir esto» y a la vez interrumpir violentamente el movimiento del concepto, suspender el proceso dialéctico insistiendo en la fuerza impositiva e insuperable de los hechos. El infortunio se desliza en el thema probandum: se utiliza la dialéctica en lugar de perderse en ella. Entonces el pensar soberanamente dialéctico retrocede al estadio predialéctico: la tranquila consideración de que cada cosa tiene dos caras.

La Racionalidad en Psicología y Economía - Herbert A. Simon

Síntesis y traducción de Gonzalo Martín, 2013 - @Gadabarthes

Mientras la Ciencia Económica ha tratado casi uniformemente la conducta humana como racional, la Psicología casi siempre la ha relacionado tanto con los aspectos irracionales como con los aspectos racionales de la conducta. La Ciencia Económica usa a veces el término irracionalidad, pero de una forma un tanto laxa y extensa (ej. Becker 1962), en tanto que el término racionalidad lo adopta de un modo muy restringido, de tal forma que quedarían excluidos del dominio de la racionalidad muchos de los fenómenos que la psicología sí incluye.

Las personas tienen sus razones para hacer lo que hacen. La sentencia de que cierta conducta es racional o razonable puede alcanzarse sólo si se observa la conducta en el contexto de un conjunto de premisas o "givens". La economía neoclásica considera que la conducta es objetivamente racional en relación con su entorno global, incluyendo tanto el presente como el entorno futuro conforme los actores se desplazan en el tiempo. 

En contraste con esto, otras ciencias sociales intentan identificar empíricamente la naturaleza y origen de los valores y de sus procesos de cambio y determinar la selección de aspectos de la realidad que son percibidos y postulados como los "givens" o bases factuales del razonamiento conducente a la acción. Además intentan comprender las estrategias computacionales que se usan en el razonamiento para abordar el análisis de situaciones complejas. Pero también las ciencias sociales pretenden describir y explicar la forma por la que los procesos no racionales (ej. motivaciones, emociones, estímulos sensoriales) influyen desplazando el foco de atención y la definición de la situación que condicionan las bases factuales de los procesos racionales.


Si aceptamos los valores como dados y consistentes, si postulamos una descripción objetiva del mundo como realmente es, y si asumimos que los poderes computacionales generadores de decisión son ilimitados, entonces surgirían dos importantes consecuencias. La primera es que no necesitaríamos distinguir entre el mundo real y la percepción de él que conduce a tomar una decisión: percibiríamos el mundo como realmente es. La segunda es que podríamos predecir las elecciones que tomaría un decisor racional, enteramente de nuestro conocimiento del mundo real y sin un conocimiento de las percepciones y modos de cálculo del decisor en cuestión. Lo único que tendríamos que conocer es su función de utilidad.

Si, por el contrario, aceptamos la hipótesis de que tanto el conocimiento como el poder computacional del decisor están severamente limitados, entonces tenemos que distinguir entre el mundo real y la percepción que de él tiene el actor y su forma de razonar acerca de él. Nuestra teoría debe incluir no sólamente los procesos de razonamiento sino también los procesos que generan la representación subjetiva del actor acerca del problema de decisión, su frame.
Simon 1978/1982
El individuo racional de la psicología cognitiva es aquél que toma sus decisiones de tal forma que resultan procedimentalmente razonables a la luz del conocimiento disponible y de sus medios de computación. Para comprender los procesos que los actores económicos emplean al tomar decisiones sería preciso observar estos procesos directamente mientras se están produciendo, bien sea en situaciones del mundo real, bien sea en el laboratorio, y/o interrogando al decisor sobre sus creencias, expectativas y métodos de cálculo y razonamiento. Las conclusiones a las que se llega dentro del marco de la maximización-utilidad se podrían alcanzar con igual facilidad sólo con basarse en unas asunciones mucho más debiles de "razonabilidad" en la conducta. (Becker 1962). Casi toda la acción, toda la habilidad para alcanzar conclusiones no triviales, deriva de asunciones factuales y muy poco de asunciones de optimización.

La Economía Neoclásica contemporánea dice proporcionar unas bases "no especulativas" para especificar la forma y el contenido de la función de utilidad, pero su espacio resulta inadecuadamente implementado si nos atenemos a la investigación empírica y al uso de técnicas econométricas. Milton Friedman (1953) nos diría al respecto que tendríamos que concentrar nuestros esfuerzos en probar las conclusiones, no las asunciones. Lo cierto es que a través de numerosos casos apreciamos que las conclusiones dependen en esencia, no de la optimización, como estos economistas pretenden, sino de la asunción auxiliar (no sometida a prueba) de que la interacción de suerte y dotes es aditiva más que multiplicativa, que es lo que la función de utilidad pretende establecer. La maximización utilitaria no es una condición necesaria ni suficiente para una conducta compensatoria.


En una teoría substantiva de la racionalidad no hay lugar para una variable como el foco de atención. Pero en una teoría procedimental puede ser de gran importancia saber bajo qué circunstancias ciertos aspectos de la realidad serán atendidos y cuáles ignorados. Si examinamos la argumentación de Keynes en La Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero (1936), vemos que en casi todos sus puntos se ajusta perfectamente al molde neoclásico de la racionalidad sustantiva. No obstante, las asunciones auxiliares (no importa si las consideramos como "irracionalidades" o simplemente como expectativas) interfieren en puntos que resultan críticos para la explicación del ciclo económico. Una de esas asunciones auxiliares es el postulado de que el trabajo es afectado por la ilusión del dinero (tendencia de la gente a confundir el valor facial del dinero -valor nominal- con el valor de compra -valor real-). La adición de este postulado sería suficiente para explicar el estancamiento económico y desempleo en la teoría keynesiana. El efecto en las teorías del ciclo económico parece residir no en las asunciones de racionalidad sino en las asunciones auxiliares acerca de procesos que la gente usa para formarse expectativas sobre eventos futuros.

Rees (1973, p. 201), en el manual donde expone esta teoría , señala el siguiente mecanismo: "La persona que por sí misma compitiendo entre cientos de ejecutivos más jóvenes, eventualmente accede a la presidencia de una gran empresa, sin lugar a dudas tiene cualidades especiales que dan cuenta de este ascenso, aunque difieren de las cualidades que caracterizan a un científico de éxito o a un comercial. En cualquier situación, un negocio que no funciona como monopolio perdería sus mejores ejecutivos si no tuviese en cuenta esas clases de habilidad que son relevantes para gestionar bien un negocio."

Debería ser esencial, para poder predecir la conducta con mayor precisión, tener una buena información empírica, tanto acerca de los tipos de información a los que el decisor tiene fácil acceso, como acerca de sus creencias y oponiones sobre los mecanismos del mundo sobre los cuales sus decisiones operan. Las fuentes más adecuadas de este tipo de información habrán de ser los estudios directos sobre el comportamiento, los valores, las creencias y las opiniones de los actores.

La Economía Neoclásica atribuye una certeza casi absoluta a la hipótesis de que la gente tiene funciones de utilidad consistentes y que de hecho maximizan sus utilidades en un sentido objetivo. Estos economistas se hallan dispuestos a hacer cualquier asunción auxiliar empírica que sea necesaria para reafirmar el postulado de la maximización de la utilidad, incluso si estas asunciones "empíricas" están sin verificar. Si se les exige una verificación tienden a aferrarse al argumento, que consideran una evidencia, de que esta teoría hace predicciones correctas, y se resisten a tomar en consideración que en vez de ello deberían fijar su atención directamente en los mecanismos de decisión y en los procedimentos. Dada la magnitud del a priori Bayesiano que expresa la confianza en esta teoría y la debilidad de las formas de evidencia indirecta que se utilizan para someterla a prueba, la Economía Neoclásica deviene esencialmente tautológica e irrefutable. Ello, pese a que se puede considerar un fracaso si se observa que la mayor parte de su "acción" -la fuerza de sus predicciones- deriva de asunciones auxiliares (normalmente no sometidas a verificación) que prefiguran el entorno en el cual las decisiones son tomadas. Los ejemplos y experimentos demuestran que las conclusiones más importantes a las que llega pueden ser igualmente alcanzadas, con la ayuda de las asunciones auxiliares, partiendo de otros postulados, como el de que la gente es procedimentalmente racional, y sin necesidad de asumir que maximizan la utilidad.

Por su parte, las teorías conductuales de la racionalidad atribuyen una certeza casi absoluta a la hipótesis de que los actores recurren para tomar sus decisiones a los mismos procesos básicos que han sido observados en otras actividades cognitivas humanas y que estos procesos son ciertamente observables. En las situaciones complejas en las que la información es sumamente incompleta (virtualmente en todas las situaciones del mundo real), las teorías del comportamiento niegan que exista ningún misterioso mecanismo que desencadene una conducta maximizadora de beneficios o utilidades. Lo que estas otras ciencias pretenden, es determinar cuál es el verdadero marco de la decisión, cómo emerge en las situaciones de elección, y cómo, dentro de ese marco, opera la razón. En este orden de complejidad no existe ningún principio rector de la predicción deductiva. Las leyes aparentes de la racionalidad procedimental se aproximan mucho más a la complejidad de la biología molecular que a la simpleza de la mecánica clásica.

Existe en Psicología un importante cuerpo teórico, que ha sido verificado empíricamente, acerca de los procesos que en las personas realmente se producen para adoptar decisiones limitadamente, o "razonablemente",  racionales. Este cuerpo teórico afirma que los procesos de elección son sensibles a la complejidad de los contextos de toma de decisiones así como a los procesos de aprendizaje.

La aplicación de esta teoría procedimental de la racionalidad a la economía requiere una investigación empírica mucho más extensa, gran parte de la cual debe centrarse en los niveles micro-micro, para determinar específicamente cómo el proceso se adapta al contexto en los entornos económicos reales, y las consecuencias de la interacción para los resultados de estos procesos. La ciencia Económica sin la investigación psicológica  y sociológica que permita determinar los presupuestos de las situaciones de toma de decisión, el foco de atención, la representación del problema, y los procesos usados para identificar las alternativas, estimar las consecuencias, y elegir entre distintas posibilidades, ese tipo de economía es una tijera de una sóla hoja. Debemos ser capaces de sustituir este instrumento por otro que sirva para cortar el velo de nuestra ignorancia acerca del comportamiento racional humano.


Simon, H.A., "Rationality in Psychology and Economics" The Journal of Business, Vol. 59, No. 4, Part 2: The Behavioral Foundations of Economic Theory. (Oct., 1986), pp. S209-S224.